dimarts, 16 de juliol del 2013

Et proposo no proposar-te res.

I així és. Que les meves accions estiguin emmarcades per unes etiquetes universalment preestablertes mai ha estat el meu estil. Definir les relacions, siguin amoroses, amistoses o familiars són cròniques de morts anunciades, és millor seguir amb qui estàs bé, expressar el que sents, sense cap mena de proposicions. Pots proposar-te fites, desitjos el que sigui; però el que no pots proposar-te és seguir veien-te amb els amics de sempre, perquè mai som els de sempre. No et pots proposar seguir sent la persona que ets, perquè a cada instant canvies, un bucle retroalimentat de desitjos personificat...
Però et pots proposar ser feliç, és per mi una obligació...

“Querido Gurb:

A veces sucede que dos personas conviven largo tiempo sin llegar a conocerse mutuamente. También puede darse el caso opuesto, esto es, que dos personas convivan poco tiempo, y, sin embargo, paradójicamente, lleguen a conocerse mutuamente. También puede suceder otra cosa, a saber, que dos personas convivan largo tiempo y una de ellas llegue a conocer a la otra sin que ésta, por su parte, llegue a conocer a aquélla, en cuyo caso no podríamos decir que ambas personas han llegado a conocerse mutuamente. Todo esto, por supuesto, no tiene nada que ver con nosotros, y su me he permitido traerlo a colación ha sido porque no quiero que pienses que trato de introducir elementos ajenos al tema o que no le son propios. Es más, voy a empezar de nuevo la carta, en parte por lo que te acabo de decir, y en parte porque hace rato que me he perdido”





Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada